Por ejemplo, ¿creéis que asustados es suficiente para describir nuestro estado al ver un fantasma?… Creo que nos quedaríamos cortos, ¡estaríamos aterrados.
Cuando acabamos de limpiar la casa con todo nuestro empeño no está limpia, está impoluta, inmaculada, y si alguien entra con las botas llenas de barro no nos ponemos enfadados, nos ponemos furiosos.
Ante una buena noticia estamos alegres, pero si nos cae el gordo de navidad estamos eufóricos. ¿Y si nos olvidamos el paraguas en pleno abril de San Sebastián? Estar mojado serviría con una lluvia ligera, aquí estaríamos calados hasta los huesos.
Abrasadora, raudos, robusta...
Eso sí, un agosto en el sur… allí la arena de la playa no está caliente, es abrasadora, y el sol no es brillante sino deslumbrante.
Sin embargo aquí en el norte hay días en los que el sol más que pequeño es diminuto, y los días en los que hace calor pasan muy rápidos, pasan raudos. Pero cuando la gente prueba nuestros pinchos no se quedan en “están ricos o sabrosos, son algo más que eso, ¡están suculentos!
Para hacer surf en Zurriola hay días en los que no es suficiente ser valientes, necesitamos ser osados delante de olas más que grandes gigantescas, ante las que una tabla convencional y fuerte no nos sirve, tendremos que coger una robusta que resista mucho más.
Ese día deberíamos estar enérgicos, o mejor, vigorosos. Un mar así deja más que preocupado, angustiado a cualquiera. A veces es bueno ser testarudo pero sin llegar a intransigente, y los días más fríos, los días gélidos quedarse en casa con un café caliente es un plan… no bueno, magnífico.
¿Te atreves a escribir en los comentarios qué palabras de todas estas no conocías?