En español, no solo usamos la palabra cuento como relato.
¿Acaso tenemos mucho cuento o vivimos del cuento? Bueno, esa pregunta no viene a cuento. Nos dejamos de cuentos: empleamos la palabra “cuento” en las siguientes expresiones. ¡Ojo a las expresiones! Que no te cuenten otros cuentos.
1) ¿Qué te cuentas?
¿Qué tal? ¿Cómo estás? ¿Qué pasa? ¿Qué es de tu vida?
Hay muchas formas de preguntar e interesarse por la otra persona después de un saludo. La expresión ¿qué te cuentas? sirve para preguntar de forma informal a otra persona por su vida o su situación actual. Se podría usar también la siguiente pregunta: ¿qué dices?
Tengo un amigo al que siempre saludo con un ¿qué te cuentas? y…
2) Vivir del cuento
Cuando me responde a cómo le va todo, me cuenta que ni estudia, ni trabaja, ni quiere intentarlo y sigue viviendo en casa de sus padres, es decir, que vive del cuento. Vive a costa de los demás y se aprovecha de esa situación.
3) Tener mucho cuento / Tener más cuento que Calleja
Es que este chico tiene mucho cuento, más cuento que Calleja. Dice que no trabaja porque tiene proyectos que le darán más dinero que el trabajo, para los que no necesita estudiar tampoco y un montón de historias más que inventa.
(Tener mucho cuento: inventar excusas o decir mentiras muy elaboradas)(Tener más cuento que Calleja: Saturnino Calleja fue el director de la editorial con su mismo nombre. Esta publicó una serie de cuentos infantiles de mucho éxito en España llamada Los Cuentos de Calleja.)
4) No me vengas / no me cuentes cuentos
La próxima vez que vea a este amigo, no me callaré y le diré: no me vengas con cuentos, o sea, no me cuentes más mentiras, excusas, historias fantásticas. La expresión “no me vengas/cuentes cuentos” se usa para decirle a alguien que deje de mentir. También, se hace uso de la siguiente expresión: no me vengas con milongas (mentiras).
5) Dejarse de cuentos
Decidido. Le diré que no me venga con cuentos y que se deje de cuentos. Quiero que me cuente la verdad, qué le pasa, cómo se siente, que vaya al grano, a lo importante y que no me cuente historias inventadas… Somos amigos, puede contar conmigo.
(Dejarse de cuentos o dejarse de historias significa obviar los rodeos, las vueltas en el discurso para centrarse en lo importante: ir al grano/hablar del tema directamente)
Y colorín colorado este cuento sobre nuestro amigo el cuentista se ha acabado
Si queréis saber cómo acaba…
Le dije a mi amigo todo esto, se dejó de cuentos, de vivir del cuento, nunca me vino más con cuentos después de un qué te cuentas y…
fuimos felices y comimos perdices
* Nota cultural: el mismo Saturnino Calleja inventó en su colección de cuentos infantiles uno de los finales de cuentos más famosos en español:
«Y este cuento se acabó
y fueron felices y comieron perdices
y a mí no me dieron porque no quisieron»
¡extra, extra!
Prueba con este trabalenguas con la palabra “cuento”
Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuántos cuentos cuentas;
porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuántos cuentos sabes contar.