Melchor, Gaspar y Baltasar
No sabemos mucho sobre su origen, solo que aparecen en los Evangelios (historias de la vida de Jesús) y que sus nombres se escribieron por primera vez en un mosaico del siglo VI en Ravena, una ciudad italiana: Melchor, Gaspar y Baltasar. También sabemos que en algunos lugares de Europa, el 6 de enero escribían “GBM” en las puertas de casas y establos para protegerse de demonios y brujas.
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Aunque al pensar en un mago te acuerdes de un señor sacando un conejo de un sombrero, lo que cuentan los Evangelios es muy diferente. Estos magos eran astrólogos, personas muy sabias que estudian las estrellas y planetas y cómo influyen en nuestra vida.
Fue una estrella la que enseñó el camino a Belén a los Magos de Oriente para que pudieran conocer al niño Jesús, rey de los judíos. Melchor le regaló oro, el metal de los reyes, Gaspar le regaló incienso, ofrenda de los dioses, y Baltasar le regaló mirra, como una advertencia de su triste futuro.
Tradiciones
En la actualidad, la tarde del 5 de enero se celebra “la cabalgata de los Reyes Magos”. Los Reyes se montan en una carroza y desfilan por las calles, lanzando caramelos a los niños. Por la noche es costumbre dejar unos dulces para los Reyes y leche o agua para los camellos.
La mañana del 6 de enero se abren los regalos y se come un bizcocho relleno de crema o nata y adornado con fruta confitada, que se llama “Roscón de Reyes” por su forma redonda. La fruta confitada representa las joyas de las coronas de los Reyes Magos. De hecho, como el roscón tiene un hueco en el centro, siempre se le añade una corona dorada.
Dentro del bizcocho hay una figura de un rey y de un haba. Si encuentras el rey, símbolo de buena suerte, te pones la corona. En cambio, si encuentras el haba… ¡Tienes que comprar el roscón del próximo año!
¡Feliz día de Reyes!